.:Dragonfly:.: Leyenda del origen de las fiestas paganas

Hola a todos, sé que tengo el blog muy abandonado, pero estoy teniendo unos momentos un poco especiales. Estoy intentando reencontrarme a mí misma y no estoy precisamente en mi mejor época. Pero eso no quita que vaya actualizando de vez en cuando, si que quizás no tanto como me gustaría, pero tampoco quiero que el blog quede olvidado.

Así que después de casi un mes sin actualizar, os traigo una historia muy bonita sobre el origen de nuestras fiestas paganas. La saqué del libro "Jóvenes y Brujas" de Silver Ravenwolf (ed. Obelisco), un libro totalmente recomendado para aquellas brujas que están empezando. Le tengo especial cariño, por que a raíz de leerlo, muchas de mis ideas que tenía desde pequeña, empezaron a tomar forma. Pero otro día hablaré en más detalle sobre él, ahora, sin más, os dejo la leyenda.

"Hace mucho, mucho tiempo, el mundo dormía en un vacío oscuro. De este vacío, el Espíritu dibujó y creó con un amor infinito a nuestra Señora. La Señora, bailó a los cielos y sus pies se movían al ritmo de toda la creación. Chispas de luz se exhala de sus cabellos y proporcionaron la luz a las estrellas y los planetas. Mientras se contorneaba, estos cuerpos celestes empezaron a bailar juntos con ella creando la sinfonía divina del universo. Al hacer más rápido el ritmo del baile, se formaron los mares y las montañas de la Tierra. Recitó versos de amor y gloria, y a medida que estos sonidos caían sobre la Tierra, los árboles y las flores empezaron a crecer. De la luz blanca y pura de su aliento, nacieron los colores del universo, y bombardearon tiñendo todo lo que nos rodea de una belleza turbadora. De la cosquilleante sonrisa que ascendía por su garganta, bombardearon brotando los sonidos del agua cristalina de los ríos, las amables vibraciones ondulantes y oscilantes de los lagos y los murmullos de los océanos. Sus lágrimas de alegría se convirtieron en las lluvias que nos dan vida.

Cuando su danza se volvió más lenta, la Señora quería encontrar la compañía para disfrutar y compartir las maravillas del universo. El Espíritu creó al Señor para que fuera su compañero de vida. Como ella amaba tanto la Tierra, el Espíritu creó al Señor mitad espíritu, mitad animal, porque juntos, el Señor y la Señora poblasen nuestro planeta.

El poder de él pasó por el de ella y esparció sus bendiciones. Juntos, el Señor y la Señora, dieron a luz a los pájaros, los animales, los peces y a las personas de nuestro mundo. Para proteger y guiar a los seres humanos, el Señor y la Señora crearon a los ángeles y los espíritus poderosos, de energías que siempre andan entre nosotros, aunque normalmente no las vemos. La Señora dio a cada pájaro una canción mágica y el Señor a cada animal, el don del instinto de supervivencia.

El Señor es el maestro de los reinos animal y vegetal y, por ello, lleva cuernos de ciervo coronando su cabeza. Este aspecto, de mitad hombre y mitad animal, muestra su dicha en la creación de los animales y los seres humanos por parte del Espíritu y, a través de ellos, nos revela su imagen.

Cuando los hombres comenzaron a crecer y evolucionar, el Señor y la Señora vieron la necesidad de que hubieran curanderos humanos. Así que tomaron energía del reino de los ángeles, del reino de los animales y del reino de los hombres para crear a las brujas.

Las brujas llevaron con ellas la sabiduría del Señor y de la Señora, la capacidad para curar y el arte de la magia. La Señora enseñó a las brujas como trazar un círculo mágico y cómo hablar con el Espíritu, y el Señor, cómo comunicarse con los espíritus del aire, del fuego, de la Tierra y del agua y como comulgar con los reinos animales y vegetales.

Al principio, los hombres aceptaron a las brujas y las trataron con justicia, pero como ellas eran diferentes, otros seres humanos empezaron a sufrir miedo a las portadoras de la sabiduría, del Señor y de la Señora. Entonces, las brujas se convirtieron en niñas ocultas y dirigieron sus ritos de energía en secreto a pesar del riesgo de ser capturadas y morir a manos de los hombres temerosos.

Cuando el mundo se volvió oscuro por las creaciones humanas nacidas de la ignorancia y el odio, la Señora se encarnó en la Luna para representar la luz de su paz, mientras que el Señor tomó los rayos vibrantes del Sol, para simbolizar la fortaleza del amor perfecto. Una vez al mes, cuando hay Luna Llena, las brujas celebramos y recordamos las bendiciones que nuestra madre nos ha otorgado. Invoquemos su energía para que nos ayude a cuidar de nosotras mismas, a nuestras familias, a nuestros amigos y al planeta. Cuatro veces al año, a medida que el Sol sigue los ciclos de las estaciones, las brujas celebramos los festivales del fuego, en el que se venera al Señor y a su amor por todos los seres. En los cuartos de las estaciones, las brujas veneramos a los ciclos de la vida y todo lo que yace sobre la Tierra."