Hoy explicaré como realizar un altar. Nada que ver con los altares de las iglesias cristianas. El altar lo podríamos definir como un lugar donde realizar vuestros rituales, celebrar una festividad pagana (como la que se aproxima este fin de semana, Ostara), o simplemente un lugar de relajación.
Es un lugar, donde podéis poner lo que queráis, no hay un estereotipo fijo, cada altar es único y personal. Recordad eso sí, que debéis utilizar los elementos adecuados para cada cosa.
Debe ser un lugar en el que nadie pase constantemente, pero que siempre tengáis vosotros a la vista. Puede estar sobre cualquier superficie, incluso el suelo, aunque es más recomendable que tengáis una mesita pequeña que no ocupe demasiado espacio.
No hay un tiempo máximo para dejar un altar sobre un lugar, pero sí que hay un mínimo. Éste es el tiempo que tarden en consumirse las velas y/o el incienso. Si no utilizáis ninguno de los dos, con dejarlo unas tres horas aproximadamente, ya sirve. Lo ideal son 24 horas, o por lo menos hasta que vuestro objetivo se haya cumplido.
Un ejemplo de altar, que es el que yo suelo utilizar, es el siguiente:
Primero determino el lugar donde va a estar situado y lo limpio y protejo*.
Con sal trazo un pentáculo más o menos del tamaño del altar.
Al norte pongo sal o una maceta con tierra y algunas piedras (el que nunca me falta es el cuarzo blanco, también es una manera de limpiarlo y de prepararlo para una buena temporada).
Al Este pongo el incienso.
Al Sur velas.
Al Oeste agua.
Suelo llamar a los elementales para que me acompañen durante mi día a día.
Si estoy pidiendo algo pongo algún objeto que lo represente. Por ejemplo, para pedir por paz interior, uso plumas de ave (voy recogiéndolas tal las voy encontrando, no se las arranco a ningún pájaro); cuando pido por el flujo económico, pongo monedas o algún fruto que atraiga el dinero, como las castañas. Velas negras para desterrar la negatividad y blanca para atraer la energía positiva. Usad también las velas correspondientes para cada cosa según su color. También es de uso común las especias, flores y plantas.
Yo suelo dejarlo unos días, según lo que quiera conseguir. Pero como mínimo un par de días.
Para limpiar luego, la cera de las velas, la entierro en el jardín, aunque es más recomendable enterrarlo lejos de casa.
La sal la tiro por el desagüe. Si es tierra la entierro junto a la cera de las velas.
Si uso papel, lo quemo con cerillas.
Los demás objetos los limpiamos con un poco de agua, y los podemos conservar, como amuletos, o en el caso de monedas para usarlas como método de adivinación.
Es un pequeño ejemplo para que más o menos tengáis una idea. No se trata de hacerlo igual, ni mucho menos, es más basado en vuestra creatividad.
Además la creación de un altar no significa poner un montón de cosas así, sin más. Todo tiene su pequeño ritual. Y sobretodo damos las gracias siempre.
Pongo fotos encontradas por internet. Ya subiré fotos más adelante de los míos.
Dad rienda suelta a vuestra creatividad y dejaros guiar por vuestro espíritu.
Es un lugar, donde podéis poner lo que queráis, no hay un estereotipo fijo, cada altar es único y personal. Recordad eso sí, que debéis utilizar los elementos adecuados para cada cosa.
Debe ser un lugar en el que nadie pase constantemente, pero que siempre tengáis vosotros a la vista. Puede estar sobre cualquier superficie, incluso el suelo, aunque es más recomendable que tengáis una mesita pequeña que no ocupe demasiado espacio.
No hay un tiempo máximo para dejar un altar sobre un lugar, pero sí que hay un mínimo. Éste es el tiempo que tarden en consumirse las velas y/o el incienso. Si no utilizáis ninguno de los dos, con dejarlo unas tres horas aproximadamente, ya sirve. Lo ideal son 24 horas, o por lo menos hasta que vuestro objetivo se haya cumplido.
Un ejemplo de altar, que es el que yo suelo utilizar, es el siguiente:
Primero determino el lugar donde va a estar situado y lo limpio y protejo*.
Con sal trazo un pentáculo más o menos del tamaño del altar.
Al norte pongo sal o una maceta con tierra y algunas piedras (el que nunca me falta es el cuarzo blanco, también es una manera de limpiarlo y de prepararlo para una buena temporada).
Al Este pongo el incienso.
Al Sur velas.
Al Oeste agua.
Suelo llamar a los elementales para que me acompañen durante mi día a día.
Si estoy pidiendo algo pongo algún objeto que lo represente. Por ejemplo, para pedir por paz interior, uso plumas de ave (voy recogiéndolas tal las voy encontrando, no se las arranco a ningún pájaro); cuando pido por el flujo económico, pongo monedas o algún fruto que atraiga el dinero, como las castañas. Velas negras para desterrar la negatividad y blanca para atraer la energía positiva. Usad también las velas correspondientes para cada cosa según su color. También es de uso común las especias, flores y plantas.
Yo suelo dejarlo unos días, según lo que quiera conseguir. Pero como mínimo un par de días.
Para limpiar luego, la cera de las velas, la entierro en el jardín, aunque es más recomendable enterrarlo lejos de casa.
La sal la tiro por el desagüe. Si es tierra la entierro junto a la cera de las velas.
Si uso papel, lo quemo con cerillas.
Los demás objetos los limpiamos con un poco de agua, y los podemos conservar, como amuletos, o en el caso de monedas para usarlas como método de adivinación.
Es un pequeño ejemplo para que más o menos tengáis una idea. No se trata de hacerlo igual, ni mucho menos, es más basado en vuestra creatividad.
Además la creación de un altar no significa poner un montón de cosas así, sin más. Todo tiene su pequeño ritual. Y sobretodo damos las gracias siempre.
Pongo fotos encontradas por internet. Ya subiré fotos más adelante de los míos.
Dad rienda suelta a vuestra creatividad y dejaros guiar por vuestro espíritu.
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