Limpieza.

Haciendo corrección a las entradas de limpieza de objetos expongo un post aparte dedicado a la limpieza de objetos. Además incluyo una pequeña ampliación. Sintiéndolo mucho a continuación dejo el post corregido.

Existen muchos métodos de limpieza, como dice el refrán, cada maestrillo tiene su librillo. ¿Cuál es más apropiado? Realmente aquel que se ajuste a las propiedades naturales y al que os vaya mejor y os de mejores resultados. A continuación expondré los que suelo utilizar a la hora de limpiar mis objetos o a mí misma.


Objetos sólidos-duros, como en el caso de piedras, colgantes, pulseras,... procederemos a coger un vaso pequeño (de estos de café) y lo llenaremos de agua. Si queremos podemos añadir una pizca de sal para equilibrar un poco las energías, pero solo un poco, una cosa es equilibrar las energias y otras es neutralizar por completo sus propiedades positivas. Dejaremos el vaso de agua con nuestro objeto dentro durante 24 horas más o menos en un lugar donde le de, tanto la luz del sol como la de la luna.



Para objetos sólidos blandos, como pudieran ser plantas, telas, u objetos que se estropean con el contacto del agua, procederemos de manera diferente que en el caso anterior. En mi caso lo que hago es coger un recipiente, a poder ser de material natural y lo expongo a la luz del sol y la luna, como en el caso de los objetos duros, pero en este caso sin agua. Si queréis poner un poco de sal, si el amuleto no corre peligro, se puede poner, pero también en muy poca cantidad.

Para la limpieza de nuestro cuerpo, emplearemos en este caso bastante sal gruesa. Lo que queremos es equilibrar nuestras dos energías para que trabajen en armonía. Este caso lo expuse hace algún tiempo en entradas atrás. Dejo el enlace por si el post anterior os pudiera interesar (La energía I). Cuando entremos en la ducha, nos daremos con sal por todo el cuerpo, como si nos estuviéramos exfoliando (además de más barato, más natural). ¿Antes o después de enjabonarse? En mi caso, prefiero después, una vez limpia la piel. Aclararemos con abundante agua, y ya no por consejo esotérico si no por consejo estético, pasaros un poco de crema hidratante, ya que hemos hecho un peeling, hemos quitado bastante protección física a la piel e incluso podéis notar que después de secaros notéis como os tiba. Un poco de hidratación viene muy bien.




Para finalizar, la limpieza de nuestro aura con la ayuda de otra persona. Nos haremos con hilo de color negro (que sea natural 100%) y la persona que va a limpiar el aura se deberá "enredar" en los dedos a modo de tela de araña el hilo (como cuando jugábamos de pequeños a hacer figuras con hilos). La persona a limpiarse deberá permanecer de pie, con los ojos cerrados, y lo más concentrada posible. La otra persona, empezará a "barrer" la suciedad de nuestro aura. Si facilita a la hora de la visualización que cierre los ojos, es preferible. La persona que limpia debe visualizar en todo momento (y si no imaginar) todo aquello que está taponando el aura de la otra persona. Desde la cabeza hasta los pies, primero de frente, a un lado, atrás, al otro lado, deberemos recoger esa suciedad. La persona a la que se le ha realizado la limpieza deberá permanecer un poco más (medio minuto o un minuto aproximadamente) con los ojos cerrados y concentrada. Es muy posible, que una vez finalizada la limpieza visualice algún color. Es el color de su aura, es una señal de que está limpia. Si no se visualiza, no pasa nada, no significa que no esté correctamente limpia. Mientras tanto, la persona limpiadora, deberá quemar ese hilo, si quedaran restos se tirarán. Por experiencia propia es un ejercicio divertido y muy positivo.




Tanto los objetos, como nosotros mismos, con el paso del tiempo, el paso de otras personas, el paso de los acontecimientos, hacen que la energía negativa se vaya depositando, provocando negatividad en nosotros y mal funcionamiento en nuestros objetos. Por ello debemos tener una especial constancia a la hora de limpiar. Os animo a que procedáis como mínimo una vez cada 2 meses, también dependerá de cada uno. Por ejemplo: una persona que trabaja de cara al público (creedme, la gente externa a nosotros tiene muy malas ideas y por lo tanto mala energía) deberá limpiar con más constancia (una vez al mes mínimo). Todo esto en función veáis vosotros. La asiduidad vendrá dada según las características de vida de cada persona.

Analizad la vuestra, proceded con la constancia que marquéis y los cambios favorables los empezaréis a notar casi al momento.

Salud!